Un estudio reciente descubrió que uno de cada tres niños del Reino Unido consume regularmente bebidas energéticas y que beber cantidades excesivas puede estar relacionado con cambios de comportamiento. La mayoría de estas bebidas contienen estimulantes, generalmente cafeína, y promueven una mayor función mental y física. Pero dado que muchos también están repletos de azúcar y edulcorantes artificiales, no sorprende que el consumo excesivo pueda afectar negativamente la salud, especialmente en los adolescentes.
El estudio encontró que los adolescentes que beben bebidas energéticas tienen más probabilidades de tener problemas para dormir, dolores de cabeza y problemas estomacales, así como un menor bienestar general. Además de esto, algunos informan sentirse ansiosos, estresados e irritables. El estudio notó que los niños que están mejor informados sobre las desventajas tienden a beber menos. Entonces, a medida que nos acercamos a la época de exámenes, aquí hay algunas maneras de ayudar a que su niño o adolescente se mantenga saludable y alerta, sin recurrir a bebidas azucaradas o con cafeína.
1. Averiguar el ‘por qué’
Comprender por qué su hijo podría estar buscando una bebida energética es el primer paso. ¿Lo están usando para controlar el estrés? ¿Para aumentar la energía después de una mala noche de sueño? ¿O tal vez es la única opción disponible? Algunas de las motivaciones pueden manejarse fácilmente de una manera más efectiva, pero identificar el por qué le dará una idea del bienestar general de su hijo. Con más información, estará mejor equipado para apoyarlos también.
2. Educarlos
Los adolescentes tienen las manos ocupadas navegando por el mundo sin tener que considerar el contenido de su almuerzo. Pero son receptivos a la información y, en muchos sentidos, son más conscientes de la salud que las generaciones anteriores.
Educarlos sobre los efectos secundarios específicos relevantes para ellos (mayor ansiedad, aumento de peso, problemas de piel y estado de ánimo), así como las ventajas potenciales (más energía, mejor concentración y menos estrés) asociados con deshacerse de ellos puede inspirar una elección diferente.
3. Prueba algo más
Es más fácil crear un nuevo hábito reemplazándolo con algo nuevo, por lo que brindarles opciones alternativas es una manera fácil de disminuir el consumo. Algunas opciones más saludables incluyen:
H2O con un toque
Agregar una pieza de fruta es una forma instantánea de animar un poco de agua. Los alimentos básicos son naranja, limón y lima, pero si se sienten afrutados, ¡agregue algunas bayas, manzana, mango o piña!
Té por favor
Los tés de frutas son cada vez más populares y una excelente manera de aumentar el consumo de agua. Muchos están repletos de vitaminas y antioxidantes, por lo que son una excelente manera de aumentar la inmunidad general. Además, se pueden beber calientes o helados.
¡Hazlo con gas!
Las bebidas carbonatadas son una excelente manera de empacar un golpe extra. Ya sea agua, cordial, jugo o té helado, un poco de gaseosa puede replicar algunas de las bebidas populares en el mercado, pero sin todos los aditivos.